viernes, 24 de mayo de 2013

Joder, es que quiero hacerte el amor. Me quiero despertar entre tus sábanas, llenarte el cuerpo de besos y perderme entre tus piernas.
Lo necesito.
En cualquier sitio.
En la playa, en el baño, en un portal, en un balcón, encima de la mesa, en tu cama.
Donde sea.

martes, 14 de mayo de 2013

No.

Día a día.

Las muñecas ensangrentadas llenas de cortes y la cara llena de lágrimas.
«Gorda»,
te repites una y otra vez.
Y sabes que es verdad.
Te miras al espejo y te das asco.
Odias que te piropeen porque mienten.
«Hoy no como»,
y te vas a la cama con apenas un vaso de agua en el cuerpo.
¿Para qué comer? ¿Para convertirte en una foca? No, no.
Te insultan.
Te pegan.
Te mienten.
Te amenazan.
Esto ya no es vida.
Si hay alguien ahí arriba te tiene que odiar mucho.
Piensas.
Coño, no quieres ser una puta anoréxica.
Pero te vuelves a mirar al espejo.
Gorda, te sobra de todo. Tu pelo es una puta mierda y tu cara aún más.
«No digas tonterías, eres preciosa»,
¡NO! ¡CALLATE!
No están en tu piel.
No te comprenden.
Te subes el ego delante de todos para disimular cuando en realidad te odias.
«¿Estás bien?»
Mientes.
«Si, si.»
No. No estás bien. Te estás muriendo por dentro.
Joder, esto es una puta mierda.
Más cortes.
Más sangre.
Más odio.
Las ves ahí.
Altas.
Guapas
Delgadas.
Ojalá tú así, ¿verdad?
Nunca te vas a ver así.
Nunca.