¡Y no se equivocaban!
jueves, 28 de noviembre de 2013
miércoles, 6 de noviembre de 2013
A
veces me siento feliz. A veces me siento triste. A veces apareces y
pienso 'ojalá', y durante un momento juraría que me sostengo a
varios centímetros del suelo, mientras dudo de si sí o de si te
vas. Te hice así: poesía, y hasta la forma que tienes de romperme
es bonita. Mea culpa, corazón. Pero, puestos a morir -pensé- mejor
mátame tú que tienes los ojos del color del pecado. Yo es que me
dejo ganar si luego vienes a curarme las heridas. Qué importa el
dolor si tengo tu boca. Me autodisculpo por joderme tanto mientras
intento quererte un poco menos. Pero aquí sigo, abrazándome a un
clavo ardiendo: a tu cintura, desde donde disfruto de las mejores
vistas del infierno.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)