jueves, 18 de septiembre de 2014

A2mm.

Hace como un año escribí un texto sobre algo así como la chica de mis sueños, como sería el momento en el que por fin pudiera besarla y tal. Las emociones que tendría y demás, y tenía totalmente claro que ese texto iba para una persona en especial y que no cambiaría de postura.
Bien. Hoy en día he sentido esas mismas sensaciones. Cómo ella me sonreía en los labios y le salían los pliegues en las comisuras, como me agarraba por la cintura y como me besaba, con la misma delicadeza y cariño con la que lo escribí. Si, incluso me he emocionado mientras me besaba y por qué no, se me han escapado algunas lágrimas -pero ella, gracias a Dios, no se ha percatado de ello-. He sentido el mismo mariposeo, los mismos nervios y lo que más me ha alegrado ha sido ver que la chica que me estaba besando no era a la que le escribía. Ha sido como... joder, pensaba que este momento no llegaría jamás en mi vida, que no sentiría esto por nadie más que no fuese ella, que me cansaría de todas excepto de ella. Pero no, no ha sido así.
Llevo casi cuatro meses con la mejor persona del mundo entero y me alegra muchísimo haber sentido todo eso tras cuatro meses -que si, que es poco, pero en relaciones soy un desastre y no pasan del mes-, me gusta seguir sintiendo todo esto, incluso me quedaría a vivir en los 3 segundos previos a besarla, con todo ese mariposeo, esos nervios y esas ganas. Sólo son cuatro, pero serán muchísimos más a dos milímetros de ti.

Te quiero, Pilar.