sábado, 10 de mayo de 2014

Alguien o algo.

No es tan fácil, verás; alguien que admita a mis mascotas en la cama, se cague en la puta y se deje besar por ellas. Que sepa que ciclón somos uno; partes independientes, dos. Que nunca seremos huracán si no es para arrasar con el cenicero medio lleno.

Alguien que cuando se vaya a por tabaco, vuelva. Con un paquete siempre a medias, de lo que me gusta fumar a mi.

Que tenga el corazón roto; destrozado, muy roto; pero enorme. Un corazón tan distribuido que se le escape por todos los poros de la piel, para poder besarlo cuando le duelan las fotos en blanco y negro.

Que no le haga falta bailarme el agua para darme sed, pero que me la traiga de la cocina si me muero de o por ella.

Que convierta charcos de sangre en babas. Y llueva sólo en a parada de metro de su lengua, con transbordo entre mis piernas, destino; el cielo. Pero que no me prometa el séptimo, qué vértigo. Alguien que no cuestione mi pasado, se sepa presente y se atreva en futuro, aunque no haya. Alguien que cuando llegue a casa, no me pregunte de dónde vengo. porque estoy.

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