martes, 29 de enero de 2013

Deseos.

Desde que tengo conciencia siempre me han dicho que pidiese un deseo con los ojos cerrados al soplar las velas. De pequeña siempre tenía esa ilusión, siempre pedía que me trajesen el juguete que quería, que mi cumpleaños no tardase tanto en venir. Con 7 u 8 años empecé a verlo como una tontería porque nunca se cumplían. Este año estaba solísima, no tenía ni un puto amigo en quién confíar. Todos los días en casa encerrada ahogándome en mi mierda porque no tenía a nadie. El 27 de Agosto me planté frente la tarta de cumpleaños. La misma tarta que mi madre lleva haciendo 13 años y que siempre está buenísima. Encendió las velas y como siempre me dijo ''Cariño, pide un deseo con los ojos cerrados''. Cerré los ojos y pedí que no quería quedarme sola. Nunca. No quería seguir ahogándome, no quería seguir llorando, no quería seguir hecha mierda. Quería a alguien en quién confiar. Un amigo. Tan sólo uno. Lo pedí con tantas ansias que soplando las velas se me saltaron un par de lágrimas. Y aquí estoy, 5 meses después de aquel deseo, no con gente, sino con personas. Personas iguales, distintas que yo, pero al fin y al cabo son mis amigos, y los quiero, hostia.

Puede que alguien que maneje todo esto lo haya hecho o puede que haya sido yo con tanta ilusión pero bueno, gracias a quién sea, a mi, y a ellos.

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