viernes, 26 de julio de 2013

Hay veces que tienes que saber cuándo quitarte de en medio, de esquivar la roca para no caerte. Pero, desgraciadamente, no todo el mundo lo sabe. O tal vez sí, pero lo ignoran.

Cuando seguís en el mismo camino que la piedra, te das cuenta de muchas cosas. De lo hija de puta que puede ser, del daño que hace. Detalles que, ciega, ni te habías percatado de que existían.

Entonces te caes, y no es la primera, ni la segunda, ni siquiera la tercera vez. Pero ya el golpe es tan fuerte y doloroso que decides parar. Recapacitas y te impresiona saber lo tonta que has sido. Entonces piensas en los miles de consejos que te han dado para no caerte y que habías ignorado. Mira que eres tonta.


Ya sabéis, de mucho correr os pegáis las hostias.


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