lunes, 30 de abril de 2012

~

Esa impotencia. Esa impotencia que sientes cuando no le puedes decir nada. Te da pánico por lo que pueda pensar, decir o hacer. Es difícil. Muy difícil. No son uno, dos, o tres años; son seis. Tienes que asumirlo. No es para nada fácil, pero ¿qué puedes hacer? Exacto, nada. Sólo tienes que aguantar el tirón y listo.

EDS ~

Es inexplicable. ¿El qué? Todo. Es totalmente imposible describirlo con palabras. La verdad es que no le conozco mucho, así que no tengo razones suficientes para explicar el por qué, el por qué siento eso al verle, al oirle, o incluso al pensarle. Y es que las pocas veces que he estado con él me ha hecho reír.

La verdad es que lo nuestro es un tanto imposible; él me ve como su hermana pequeña. Y es normal, es 6 años mayor. En todo caso, a mi me encantaría, no intentarlo, sino, ser algo más cercana. Con eso me vale.
Puede que algún día - espero que no esté muy lejos - lleguemos a ser algo. Dios, pero ¿qué chorradas digo? Creo que me estoy volviendo loca. Él me vuelve loca.
Quiero verle a todas horas. A todas.
Pero bueno, cada cosa a su tiempo. Esperaré, pero sólo si hay una remota posibilidad.

miércoles, 18 de abril de 2012

Así, de repente.

Un día, de repente, sin ser planeado le conocí. Hablé con él. Todas sus palabras me alegraban, me daban ganas de hablar más y más con él. Me paré un momento a pensar; le acababa de conocer y no quería separarme de él. ''¿Qué es esto?'' Pensé. Desde ese día hablaba cada día con él, lo típico. Nos contábamos qué tal había ido el día, tal... Poco a poco me fui enamorando y él se había convertido de no ser nada a ser mi único pensamiento.

Sensaciones.

Esa sensación. Esa que surge cuando la ves pasar por delante y algo dentro de ti se enciende. Cuando al hablar con ella sientes que se te seca la boca, que te quedas sin palabras. Cuando simplemente ella ocupa todos tus pensamientos. Cuando te has dado cuenta de que ella es como si fuese una soldadito que poco a poco ha ido invadiéndote el corazón.

lunes, 16 de abril de 2012

Tiempo atrás.

Mirar atrás, pensar el el pasado, y darte cuenta de que has madurado, que has mejorado, pero sobretodo, que no estás con esa gente con la que esperabas permanecer. Nuevas caras, nuevas voces, más lejanas o más cercanas.

Con esfuerzo y dedicación.

El tiempo me ha enseñado a no rendirme, a ser fuerte, a aguantar mentiras, engaños, a no llorar en vano, a valorar a los amigos, a evitar los enemigos, a amar a quien se lo merece, a madurar, a aprender, a reaccionar, a encontrar la luz en la oscuridad, a rectificar, pero sobretodo, a ser feliz.

martes, 3 de abril de 2012

Tú.

Hay personas. De todos los tipos. Altas, bajas, gordas, feas, arriesgadas, tímidas, encantadoras, odiosas, y hasta enfermizas. Pero de algo estoy segura; como tú no hay nadie. No. Por mucho que se empeñen en decirme lo contrario, o discutamos un millón de veces a la semana, eres lo más grande que jamás voy a conocer. Tú. Siempre sonrío cuando leo algún mensaje tuyo, o cuando simplemente veo una foto en la que sales, como siempre, sonriendo, deslumbrando el mundo con tu sonrisa. Eres tú, mi grandullona, aunque la persona más dulce que jamás haya conocido. Y es que parezco ridícula cuando estoy contigo... ¿Pero sabes por qué? Porque te quiero. Te quiero más que a nada y a nadie en este mundo. Siempre he soñado con abrazarte y no soltarte. En besarte y no terminar jamás. En estar contigo y que no me importe lo demás. Eres tú. Simplemente eso. Eso es lo que te hace especial. No eres una chica cualquiera, eres todas. No eres un poco de felicidad, eres todo lo que el mundo podría dar. Eres mi amiga, mi razón de ser, mi vida, mi chica. Pero sigues siendo tú. Eres única y no dejes que nada ni nadie lo cambie. Y recuerda algo; te quiero.

domingo, 1 de abril de 2012

Vivo el momento, aunque sea malo.

A pesar de todos los esfuerzos, tengo que admitir que es uno de esos días en los que por mucho que te esfuerces las cosas van a peor. El cansancio y el aburrimiento se apoderan de ti. No te sientes con suficiente valor para nada. La fuerza se te escurre entre los dedos. Cada parte de tu cuerpo duele, y si piensas en ello, duele aún más. Te comes el coco las 24 horas del día, para acabar peor. Seguir adelante se hace una cuesta arriba más difícil de lo que está normalmente y la impotencia te congela los músculos.
¿Por qué? Siempre buscando una explicación a las cosas y no la encuentras. Puede que ese sea mi gran defecto o mi gran virtud... Pero no puedo cambiar, tampoco quiero, forma parte de mi. Queda la opción de decir: ''Mañana será otro día y voy a estar mejor''. Mientras tanto vivo el momento, aunque sea malo.

Que yo soy yo, y que a ti es a quién necesito.

Hay momentos en tu vida en los que lo único que necesitas es estar sola. No quieres estar con nadie, no quieres escuchar los estúpidos comentarios de los demás preguntando qué te pasa, por qué no haces esto o lo otro. Pero hay veces que si que necesitas a alguien. Pero sólo te sirve ese alguien especial, esa persona que necesitas a tu lado de la noche a la mañana, las 24 horas del día. Esa persona que consigue sacarte una sonrisa, que puede ver la cara buena de la vida, que te hace disfrutar, ver que eres alguien.
Que yo soy yo, y que a ti es a quién necesito.