lunes, 26 de noviembre de 2012

Soy yo.

Que soy yo.
Soy yo mi propia psicóloga.
Soy yo la que me subo la autoestima.
Soy yo la que me doy consejos.
Soy yo en la que me apoyo.
Soy yo mi mejor amiga.
Soy yo la única persona en la que puedo confiar.
Soy yo la que no me muevo de mi lado.
Soy yo la que siempre voy a estar ahí.
Soy yo con quién me desahogo cuando me hago mierda.
Soy yo la única que me entiendo.
Que soy yo, y nadie más. Nadie.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Cansada de sonreír sin sentido.

¿Y tú? ¿No te cansas de sonreír? ¿No te cansas de decir que las cosas van bien cuando en realidad sólo quieres llorar? Porque yo sí, yo sí me canso. Estoy cansada de sonreír cuando todo va mal, cansada de aguantar nudos en la garganta, cansada de tener la cabeza bien alta, cansada de que miles de personas intenten hacerme feliz y la que de verdad podría conseguirlo ni siquiera responda mis mensajes. Estoy harta de llenar mi almohada de lágrimas cuando nadie me ve y harta de salir a la calle con mi mejor cara.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Puta razón.

En algún momento te darás cuenta que has hecho demasiado por alguien, que el siguiente paso sólo puede ser separarse. Dejarlo solo y alejarte. No es que estés renunciando o que no lo hayas intentado con suficientes fuerzas. Es que debes entender que has sobrepasado la línea de la determinación hacia la desesperación. Lo que es verdaderamente tuyo, tarde o temprano lo será, y lo que no lo es, no importa lo mucho que te esfuerces. Nunca lo será.

Esto.

Las personas, ahora, camuflan lo que sienten. Regalan sonrisas y marcan las miradas. Seleccionan los momentos con una fecha. Dejan las historias sin final. Olvidan lo que sienten antes de que les de tiempo a saberlo. Ahora, se dice ''te quiero'' como quien dice ''hola''. Los besos se regalan, y los calentones a cualquier hora de la tarde son rutina. Si eso les llena... vale, pero eso no es para mi. Porque cuando digo ''te quiero'', es porque te quiero, de verdad, sin contratos ni papeles, sin interés y con todas las consecuencias que conlleva hacerlo.

sábado, 3 de noviembre de 2012

¿Sabes?

Al final del día, eres la única persona con la que quiero hablar. Eres la única que puede hacerme olvidar todo el estrés y hacerme sentir como si fuésemos las dos únicas personas en el mundo.

jueves, 25 de octubre de 2012

~

Muchas veces me enfado conmigo misma cuando escribo algo para ti, cuando me desahogo. Me enfado. ¿Por qué? Porque a pesar de que sé que no va a pasar nada sigues ahí. Interrumpes mis pensamientos y apareces tú. Aparece tu imagen y me dices cualquier cosa. Lo que sea. Pero siempre consigues sacarme esa sonrisa de boba.
Más de una vez me digo lo pesada que soy, que para qué sigo si no voy a conseguir nada. Pero entonces recapacito y digo "Joder, es que necesito sacarte una sonrisa, niña". Y la verdad creo que te he sacado unas pocas. Bien por mis estupideces o bien porque no me canso de escribir lo mucho que me encantas.

miércoles, 24 de octubre de 2012

.

Observar cómo tus ojos cambian de color al amanecer, hacer el desayuno para dos por la mañana, susurrarte que nunca me dejes. Levantarme de la cama y añorar tu olor en mi almohada, revolverme entre las sábanas contigo. Hacerte cosquillas cuando estés distraída, encontrarme tu mirada al despertar. Robarte un mordisco de aquello que estés comiendo, correr por toda la casa en una huida fingida, llorar entre tus brazos con el final de la película. Sentarme en el alféizar de la ventana y mirar la noche, esconderme tras los cojines evitando tus fotos. Despertarme y que sigas a mi lado, encontrarte mirándome, oír un ''buenos días, boba'' en forma de susurro mientras me abrazas. Sentir tus manos tratando de atrapar mis lunares, perder la camisa, la falda y la razón cuando me miras, beberte a tragos largos y con poco hielo. Sonreír como solo lo sé hacer contigo, dibujar las líneas de tu cuerpo con las yemas de mis dedos, besarte con los ojos cerrados.

martes, 23 de octubre de 2012

-

Eres idiota, ¿sabes? Eres una jodida idiota. Por grandes razones.
La primera; por haberme enamorado tanto. Sinceramente no sé qué hiciste, ni lo que sigues haciendo para que termine así. Lo único que tengo claro es que desde que te conocí, las cosas han cambiado bastante. Creo que es el momento de que admitas que con un par de palabras sacas en mi las mayores sonrisas. Que me haces reír y me demuestras que merece la pena seguir adelante.
Estúpida, que eres una enorme estúpida.
La segunda razón es más ni menos porque me mantienes en pie. Aunque si no puedes conmigo, túmbate a mi lado. O encima, si así lo prefieres. Porque eres, chica, lo mejor que tengo. Que si no estás, nada tiene sentido. Pero que aún así sigo pensando en ti las putas 24 horas. Todos los días de mi vida. Al parecer respirar no cuesta tanto si tengo tu ayuda para hacerlo.
Que te amo, joder, te amo. Más de lo que te imaginas. Que si no te tengo, reviento. Que lo único que deseo en mi puta vida es estar contra tu cuerpo, abrazada a ti. Que el mundo desaparezca a nuestras espaldas, que me importa una mierda el mundo y lo que digan. Mi mundo eres tú. Tú y todo de ti.

domingo, 21 de octubre de 2012

¿Que te quiero?

¿Que te quiero? No, no solo es eso. Es mucho más. Creo que esa palabra no se acerca lo más mínimo a lo que siento por ti, a todas las sensaciones que pasan por mi cuerpo cada vez que te veo, ni a todas las sonrisas que te dedico al día, ni a todo lo que estaría dispuesta a dejar por ti, ni tampoco al papel que ocupas en mi vida, ni mucho menos al tiempo que me gustaría estar a tu lado.

domingo, 14 de octubre de 2012

Esto es lo que verdaderamente deberíamos valorar.

Que no importa lo que cueste, que sigas adelante... Que si, siempre va a haber algo o alguien que te joda el camino, alguien que mande a la mierda todos tus esfuerzos por superar el bache y levantarte y te haga caer una vez más. Que los momentos en los que eres plenamente feliz, a lo largo del tiempo, los vas a contar con los dedos de una mano. Que si, puedes llorar, incluso pasarte horas llorando hasta que no te quede ni agua en el cuerpo y tengas los ojos hinchados, pero eso no solucionará nada. Puedes escuchar la típica canción que te emociona y hace que no se te pueda ir de la cabeza el motivo por el que te has vuelto a quedar sin ganas de luchar. Puedes tirarte en la cama y pasarte toda la tarde comiéndote la cabeza, dándole vueltas al mismo tema una y otra vez sin otra conclusión que ''esto es una puta mierda''. Pero, ¿de qué sirve todo esto? Piensa que al menos, siempre, siempre, siempre habrá alguien que esté dispuesto a sacarte una sonrisa. Esto es lo que verdaderamente deberíamos valorar.

miércoles, 3 de octubre de 2012

Querida sociedad;

Querida sociedad:

Has cambiado mucho últimamente. ¿Por qué? ¿Por qué todo el mundo me juzga? Ellos no saben nada sobre mí, no me conocen. ¿Y qué culpa tengo yo? Si me visto de una forma, soy una hipster; si me visto de otra, soy un tío. Si twitteo mi vida, soy una gilipollas que piensa que a todo el mundo le importa lo que me pase. Si tengo trece años, soy una inmadura que no sabe nada. Si tengo dieciséis. años, tengo que ser una puta, fumar, y beber. Si soy rubia, soy tonta. Si soy morena, soy fea. Si me tiño, soy una teñida de mierda. Si me gusta el heavy, soy emo. Si me gusta el pop, soy infantil. Si apruebo, soy una empollona. Si suspendo, soy imbécil. Si me gusta un videojuego, soy una friki. Si soy fan de un cantante o grupo, soy una obsesionada. Si digo palabrotas, soy una malhablada. Si no las digo, soy una aburrida. Si estoy delgada, soy una anoréxica. Si estoy gorda, soy una obesa.
Estoy ya de etiquetas hasta la puta cabeza. ¡Cada persona es como es! Eso es lo que la hace perfecta y especial. Ser ella misma.

Y tú, ¿qué quieres?

- Y tú, ¿qué quieres?

- ¿Que qué quiero? Quiero levantarme por las mañanas y ver tu cara nada más abrir los ojos, quiero que me llames todos los días, que te preocupes si no estoy bien, que me preguntes, que me abraces, que me beses, que te pongas celosa de otras chicas, quiero tenerte cerca, que intentes hacerme reír, que te mueras por verme todos los días, que no llegues tarde, que no dejes de lado a tus amigos por mi, que vivas cada día como si fuese el último, que me digas que me quieres cuando lo sientas. Quiero vivir un sueño. Nuestro sueño.

Que te quiero.

Mira niña, que me tienes loca. Que me encantas. Que te veo aunque sea de lejos y se me cae la baba. Que hablo contigo y es una sonrisa permanente. Que quiero que mi almohada huela a ti por las mañanas. Que no puedo parar de hablar de ti, de pensarte. Que te quiero.

lunes, 9 de julio de 2012

Te quiero.

Te quiero, ¿lo entiendes? Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero. Puedo repetirlo hasta que mis labios se sequen y las palabras dejen de tener sentido. Podría escribírtelo en alemán o en chino, con letras rojas, al revés, o con tinta invisible. Podría tatuármelo en la frente, para que lo vieras cada vez que me miraras. Podría hacer que un avión lo escribiese en el cielo, como en las películas, o que apareciese en el marcador , en medio de un partido. Pero no me gustan los aviones ni los partidos, ni sé hablar chino o alemán, me dan miedo las agujas y nunca encontré tinta invisible. Sólo me queda decírtelo.

lunes, 30 de abril de 2012

~

Esa impotencia. Esa impotencia que sientes cuando no le puedes decir nada. Te da pánico por lo que pueda pensar, decir o hacer. Es difícil. Muy difícil. No son uno, dos, o tres años; son seis. Tienes que asumirlo. No es para nada fácil, pero ¿qué puedes hacer? Exacto, nada. Sólo tienes que aguantar el tirón y listo.

EDS ~

Es inexplicable. ¿El qué? Todo. Es totalmente imposible describirlo con palabras. La verdad es que no le conozco mucho, así que no tengo razones suficientes para explicar el por qué, el por qué siento eso al verle, al oirle, o incluso al pensarle. Y es que las pocas veces que he estado con él me ha hecho reír.

La verdad es que lo nuestro es un tanto imposible; él me ve como su hermana pequeña. Y es normal, es 6 años mayor. En todo caso, a mi me encantaría, no intentarlo, sino, ser algo más cercana. Con eso me vale.
Puede que algún día - espero que no esté muy lejos - lleguemos a ser algo. Dios, pero ¿qué chorradas digo? Creo que me estoy volviendo loca. Él me vuelve loca.
Quiero verle a todas horas. A todas.
Pero bueno, cada cosa a su tiempo. Esperaré, pero sólo si hay una remota posibilidad.

miércoles, 18 de abril de 2012

Así, de repente.

Un día, de repente, sin ser planeado le conocí. Hablé con él. Todas sus palabras me alegraban, me daban ganas de hablar más y más con él. Me paré un momento a pensar; le acababa de conocer y no quería separarme de él. ''¿Qué es esto?'' Pensé. Desde ese día hablaba cada día con él, lo típico. Nos contábamos qué tal había ido el día, tal... Poco a poco me fui enamorando y él se había convertido de no ser nada a ser mi único pensamiento.

Sensaciones.

Esa sensación. Esa que surge cuando la ves pasar por delante y algo dentro de ti se enciende. Cuando al hablar con ella sientes que se te seca la boca, que te quedas sin palabras. Cuando simplemente ella ocupa todos tus pensamientos. Cuando te has dado cuenta de que ella es como si fuese una soldadito que poco a poco ha ido invadiéndote el corazón.

lunes, 16 de abril de 2012

Tiempo atrás.

Mirar atrás, pensar el el pasado, y darte cuenta de que has madurado, que has mejorado, pero sobretodo, que no estás con esa gente con la que esperabas permanecer. Nuevas caras, nuevas voces, más lejanas o más cercanas.

Con esfuerzo y dedicación.

El tiempo me ha enseñado a no rendirme, a ser fuerte, a aguantar mentiras, engaños, a no llorar en vano, a valorar a los amigos, a evitar los enemigos, a amar a quien se lo merece, a madurar, a aprender, a reaccionar, a encontrar la luz en la oscuridad, a rectificar, pero sobretodo, a ser feliz.

martes, 3 de abril de 2012

Tú.

Hay personas. De todos los tipos. Altas, bajas, gordas, feas, arriesgadas, tímidas, encantadoras, odiosas, y hasta enfermizas. Pero de algo estoy segura; como tú no hay nadie. No. Por mucho que se empeñen en decirme lo contrario, o discutamos un millón de veces a la semana, eres lo más grande que jamás voy a conocer. Tú. Siempre sonrío cuando leo algún mensaje tuyo, o cuando simplemente veo una foto en la que sales, como siempre, sonriendo, deslumbrando el mundo con tu sonrisa. Eres tú, mi grandullona, aunque la persona más dulce que jamás haya conocido. Y es que parezco ridícula cuando estoy contigo... ¿Pero sabes por qué? Porque te quiero. Te quiero más que a nada y a nadie en este mundo. Siempre he soñado con abrazarte y no soltarte. En besarte y no terminar jamás. En estar contigo y que no me importe lo demás. Eres tú. Simplemente eso. Eso es lo que te hace especial. No eres una chica cualquiera, eres todas. No eres un poco de felicidad, eres todo lo que el mundo podría dar. Eres mi amiga, mi razón de ser, mi vida, mi chica. Pero sigues siendo tú. Eres única y no dejes que nada ni nadie lo cambie. Y recuerda algo; te quiero.

domingo, 1 de abril de 2012

Vivo el momento, aunque sea malo.

A pesar de todos los esfuerzos, tengo que admitir que es uno de esos días en los que por mucho que te esfuerces las cosas van a peor. El cansancio y el aburrimiento se apoderan de ti. No te sientes con suficiente valor para nada. La fuerza se te escurre entre los dedos. Cada parte de tu cuerpo duele, y si piensas en ello, duele aún más. Te comes el coco las 24 horas del día, para acabar peor. Seguir adelante se hace una cuesta arriba más difícil de lo que está normalmente y la impotencia te congela los músculos.
¿Por qué? Siempre buscando una explicación a las cosas y no la encuentras. Puede que ese sea mi gran defecto o mi gran virtud... Pero no puedo cambiar, tampoco quiero, forma parte de mi. Queda la opción de decir: ''Mañana será otro día y voy a estar mejor''. Mientras tanto vivo el momento, aunque sea malo.

Que yo soy yo, y que a ti es a quién necesito.

Hay momentos en tu vida en los que lo único que necesitas es estar sola. No quieres estar con nadie, no quieres escuchar los estúpidos comentarios de los demás preguntando qué te pasa, por qué no haces esto o lo otro. Pero hay veces que si que necesitas a alguien. Pero sólo te sirve ese alguien especial, esa persona que necesitas a tu lado de la noche a la mañana, las 24 horas del día. Esa persona que consigue sacarte una sonrisa, que puede ver la cara buena de la vida, que te hace disfrutar, ver que eres alguien.
Que yo soy yo, y que a ti es a quién necesito.

sábado, 31 de marzo de 2012

Fue un tal 26 de Febrero de 2012.

Ya hace un mes y cinco días de todo esto, pero lo recuerdo como si me hubiese pasado ayer.

Estábamos de camino a la ría, recuerdo que fingía estar cabreada contigo, pero sólo lo hacía para picarte. Se te notaba nervioso porque no soltabas el móvil para nada. Haces eso cuando estás nervioso, lo he notado. Nos sentamos en un banco. Recuerdo que pusiste canciones de Queen, Sum 41, The Script y Snow Patrol. Chasing Cars, que te encanta.
Me quedaba mirándote en silencio, embobada, pues tu sonrisa me pierde.
Aún me tiemblan las piernas cuando recuerdo el momento.
Puse canciones de Adele, me relaja oírla. Entonces me acurruqué en tu cuello. Me moría por besarte. Sabía que tú también y eso me ponía más nerviosa aún. Cada vez que nuestros labios estaban cerca notaba como si me faltase la respiración, el corazón me iba a mil.
Todo estaba en silencio. Sólo se oía el movimiento del agua y aquella canción de Adele, One and Only. Noté que estaba cerca, muy cerca, demasiado cerca de tus labios. Podía rozarlos, incluso. Entonces comenzaste a besarme lentamente. Mi perdición. Si, me estaba pasando a mi pero no era consciente en ese momento. Rodeaste mi cintura con tu brazo y yo coloqué una de mis manos sobre tu nuca. ''Esto no me está pasando a mi'', se repetía una y otra vez en mi cabeza. Estaba muy nerviosa aunque no lo entendía pues cada gesto, cada mirada, cada momento, lo había imaginado todo, yo ya había estado allí.
Te separaste y no pude evitar sonreír. No quería que ese momento acabase nunca. Me quedé mirando el agua y sonriendo mientras recordaba lo que había pasado segundos antes. Recuerdo que me diste un beso en la frente.
Hiciste un comentario, el cual no recuerdo muy bien. Hice como la que estaba enfadada pero ambos sabíamos que estábamos bromeando. ''¿Me perdonas?'', me preguntaste. Yo te repetía una y otra vez que no, mientras me acercaba a tus labios. Te besé una vez más. ''¿Y ahora me perdonas?'', preguntaste. ''Ahora si.''. Murmuré sonriendo.
No quería que esa noche acabase nunca.
Me acompañaste a casa y te di un abrazo, aunque hubiese preferido un beso. Te deseé buenas noches y me fui sonriendo.


viernes, 30 de marzo de 2012

Un minuto, 60 formas de decírtelo.

Un solo minuto puede arruinarte la vida, o todo lo contrario, hacerte feliz. Pero en tu caso no sé cómo será. Un minuto, sesenta segundos y dos palabras que decir. Quizás sean las dos palabras que más me cuesten decir, porque quizás sean las dos palabras más sinceras que hayan salido por esta boca. Te quiero. Te quiero por muchas cosas. No me preguntes por qué. Es así y punto. Se me acaba el tiempo. Me quedan unos segundos para demostrarte que todo lo que te digo no es mentira. Porque en un minuto contigo podría hasta cruzar el universo. Porque en un minuto me haces feliz. Y en menos tiempo también. Porque eres una de esas personas extrañas; que entrar en tu vida sin permiso y cogen las riendas de tus pensamientos. Dame un beso; un minuto y te demostraré cómo puedo pensar en ti de 60 formas diferentes.

Habrá inspiración y un por qué para escribir.

De vez en cuando durante un instante me olvido de dónde estoy y te busco con la mirada esperando encontrarte, recojo el bolígrafo del suelo y me dispongo a seguir escribiendo. ¿Lo recuerdas? Sigo dándole sentido a las hojas de ese pequeño cuaderno que me regalaste porque sabías cuánto me gustaba escribir, querías que escribiera nuestra historia y a pesar de que se terminara sigues siendo el motivo de todo cuanto hago y escribo. En este lugar he recreado millones de veces cómo habría sido todo si hubiéramos luchado más, si yo hubiera luchado más... Cuanto me habría gustado decirte más veces lo tanto que te quiero, haberte agarrado a tiempo de la mano mientras te susurraba ''No te vayas, ven.'' pero no lo hice, ahora me queda tu recuerdo en ese cuaderno, cada sonrisa y palabra guardadas para sobrevivir al tiempo y tú en lo más profundo de mi, donde nadie pueda hacerte daño, donde solo yo sé que existes. No lo hice como debía, sino como mejor sabía hacerlo... ¿Sabes? Creo que aunque el mundo ahora esté al revés, tú seguirás siendo lo único que le de sentido. Mientras tú existas habrá inspiración y un por qué para escribir.

Es verdadero por eso nunca terminó...

Es como un día sin agua. Un nombre, un vaso lleno y miles de textos se llevaron mis esperanzas. Calma. Tengo en la piel la cara de infiel. Tú eras especial. Yo sabía cómo hacerte reír, pero nunca es suficiente. Celos, mientes. Te quiero si, fuera de mi vida. ¿De qué sirve un homenaje en el mar? Si vivo encarcelada en la libertad de mis males. ¿Qué importa lo que piense la gente de ti? Nada. ¿Qué me han dado ellos, que yo no luchara? Lo que tengo lo comparto contigo, pero todo se acaba. Todo lo que sentía por ti... Eras el vapor de mi sauna. Tú querías bailar y yo quedarme encerrada contigo en mi cuarto, para que nadie supiera el amor que allí existía. Último tren. Una nota en la mesita de noche, y me dice ''Te quiero'' pero me cuesta creer. El tiempo lo cura todo. Nadie se muere de amor, si de la falta de cariño, tira ya ese rencor. Al principio era perfecto, pero luego se torció... El amor es verdadero por eso nunca terminó. Fue culpa mía.

Cuando un amor se acaba se puede encontrar todo, excepto un por qué.

Esas noches pasadas en el sofá. Lejos. Sin conseguir darme una explicación. Pidiendo ayuda a las estrellas. Fuera, en el balcón, expulsando vapor por mi boca a causa del frío como si fuese un dragón. Siguiendo después ese humo hacia el cielo, arriba, más arriba, más aún... Allí, donde precisamente habíamos estado nosotros. Cuántas veces he nadado en ese mar, me he perdido en ese cielo azul. He perdido mi estrella. Mi isla, que no existe. ¿Dónde estará ahora? ¿Qué estará haciendo? ¿Con quién? Y a mi alrededor ese silencio. El ruido molesto de mis pensamientos agotados. Y yo, estúpida, buscando y esperando encontrar una respuesta. Un por qué, un simple por qué, cualquier por qué. Pero soy idiota. Ya se sabe. Cuando un amor se acaba se puede encontrar todo, excepto un por qué.

domingo, 25 de marzo de 2012

ELLA.

Estaba parada justo al borde del abismo, y no era sólo una forma de hablar, era de verdad. Estaba a unos milímetros de precipitarme al vacío, un empujón y caería durante unos segundos justo antes de perder la vida. Era consciente del riesgo, pero lo necesitaba, realmente necesitaba encontrarme en ese lugar, en ese momento. Llevaba días, o tal vez semanas, no lo tenía calculado, como muerta, como si sólo fuera un cuerpo inerte, movida por algún hilo de algún titiritero con bastante mala intención. Estar allí, tan cerca de la muerte, me hacía sentirme viva. Si, era una contradicción en sí misma, pero estar tan cerca de la muerte me hacía recordar que estaba viva, que más allá de un cuerpo inerte tenía mi Yo interior, con mis pensamientos, mis miedos, mis deseos. Pero realmente no estaba allí para saber lo que era estar cerca de la muerte. Era ese viento, ese viento helado y fuerte el que me había llevado hasta allí, justo hasta ese punto de la Tierra. Cerré los ojos de manera inconsciente, notando como cada milímetro de mi piel se helaba por segundos a causa de aquel condenado viento. Respiré hondo, mientras cientos de imágenes pasaban por mi mente. De repente, aquel viento dejó de ser lo que era para convertirse en caricias, en suaves caricias por mi cuerpo. Sonreí a la nada. Si, aquel viento era ella, que conseguía siempre llegar a mi. La visualicé a la perfección, justo en frente de mi, pasando sus manos por mi cara, como si el mismísimo Dios se estuviera dando la vida con roces. No podía dejar de sonreír, aunque sabía que realmente allí sólo estaba yo porque le sentía, sentía sus caricias en mi cara, sentía que aquel viento lo provocaba ella respirando cerca de mi, y una lágrima helada rodó por mis mejillas. Y, casi como un milagro, resonó su suave voz en mi mente, susurrándome que no llorase, que todo estaba bien. Y allí, en mitad de la nada a unos centímetros de una muerte segura, con el viento azotándome en la cara, echándome el pelo hacia atrás y mostrándole al mundo mis facciones, comprendí que era realmente feliz, gracias a ella.

Simple.

Un mensajito a las tantas. Un beso. Una lágrima de felicidad. Una barra de labios. Una sonrisa para olvidar algo malo. Una mentira para salir del paso. Un corazón mal pintado. Un vicio malo. Un alma buena. Una sonrisa blanca. Un ''I love you'' mal pronunciado. Un adiós que siempre suena igual. Una canción. Un invierno frío en la calle. Un desayuno sin diamantes. Un pelo despeinado. Algo prohibido. Una cuenta atrás. Un ''Hasta ahora''. Un ''Luego hablamos''. Un ''Me gustas''. Un ''Me encantas''. Un ''Te quiero''. Simple.

sábado, 24 de marzo de 2012

Porque le echo de menos.

Echo de menos sus canciones, sus palabras inventadas, sus risas, su olor, su voz, sus bromas, sus 'te odio' falsos, sus quedadas, sus conversaciones de horas y horas, sus abrazos, sus comentarios, sus sonrisas en el instituto al verme, sus saludos, su timidez, sus miradas que matan, sus mensajes que me subían el ánimo en mis peores momentos, sus consejos, sus caricias, sus besos en la frente, su boca, su piel, sus canciones en italiano, su primer 'te quiero', sus 'adiós' que siempre sonaban igual, su cara triste al irme, su mano agarrada a la mía, su risa al mirarme, le echo de menos a ÉL.